Psicología sistémica y Coaching

Durante este período de confinamiento
SESIONES ONLINE
** 20 % descuento **

608 77 26 36

Tener éxito en la vida

El concepto de éxito es absolutamente subjetivo, depende de la escala de valores de cada cual. Hay quien valora más el prestigio, otros el estatus social o económico, otros la tranquilidad o los buenos vínculos familiares… En cualquier caso, la felicidad o el bienestar debe acompañar a nuestro estilo de vida para considerar que somos personas de éxito. El éxito es un concepto global y depende de la suma total de bienestar y realización en los diferentes ámbitos de la vida.

Si no somos capaces de construir una vida equilibrada en los diferentes ámbitos vitales (familiar, profesional, social y personal), podemos vernos “ahogados” por un exceso de éxito en uno de estos ámbitos. Como se dice vulgarmente, podemos “morir de éxito”.

A menudo, los padres valoramos el éxito de nuestros hijos en función de lo que hemos conseguido o de las oportunidades que no hemos sabido aprovechar, y olvidamos que es un estado que depende de cada uno.

Desgraciadamente, me encuentro con numerosos casos de matrimonios en riesgo de rotura por no cuidar adecuadamente este equilibrio. Y uno de los factores que más pesa es el exceso de dedicación profesional, que conlleva una insuficiente atención al ámbito familiar.

Los hombres tienen tendencia a una proyección profesional muy grande, por lo que llegan tarde a casa o muy estresados, y no pueden atender a la familia con la energía y el tiempo necesario. Las mujeres, inmersas también en esta carrera competitiva capitalista, olvidan a menudo su espacio personal, generando un desequilibrio insostenible a la larga. Ambas situaciones acaban afectando a la relación de pareja y, muchas veces también, a la salud.

¿Cuáles son los requisitos esenciales para tener éxito?

  1. Mirar a la familia de origen con respeto y sin una mirada punitiva. Los padres hicieron lo que pudieron y supieron, igual que nosotros. La mirada rencorosa hacia el pasado, resta energía para dedicarla al presente.
  2. Encontrar un buen equilibrio en todos los ámbitos de la vida y corregir el desvío antes de que sea demasiado tarde. Equilibrio es salud y alegría.
  3. Vivir en sintonía con los propios valores. Si la familia es prioritaria, es necesario demostrarlo con actos.
  4. Sentir que sostener la relación de pareja y la familia es cosa de dos. Si con la pareja no formamos un equipo comprometido en los retos comunes, el desgaste llevará a la incomprensión de la carga del otro y al distanciamiento.

Plantar estas cuatro semillas en el jardín familiar, hará más fácil que nuestros hijos, en la vida adulta, logren también un alto nivel de éxito.

Comparte el artículo:

Uso de Cookies Usamos cookies para proveerte del servicio y funciones propuestas en nuestra página web y para mejorar la experiencia de nuestros usuarios.   
Privacidad